Tras la reciente sentencia dictada por la Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, en la que en un giro para algunos inaudito ( los bancos) y para otros esperado, deseado y razonable (los usuarios y consumidores) viene a imponer los gastos derivados del Impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados a los Bancos, se ha desatado la locura.

Los bancos, no han parado de golpearse en el pecho, rasgarse las vestiduras y flagelarse en público, diciendo que esto no puede ser y que al final esto va a repercutir en el cliente porque necesariamente encarecerá la hipoteca que se conceda en el futuro, como si los bancos no estuvieran interesados en dar hipotecas en el futuro.

Pero las manos alargadas ( tómenlo como quieran) de los bancos, no han tardado en llegar a alcanzar al Poder Judicial y rápidamente el Presidente de la Sala Tercera ha convocado al pleno, entendemos que con el último fin de enmendar la plana a unos jueces díscolos que se han atrevido a dar la razón a los malvados usuarios y consumidores de productos bancarios.

En estos he recibido multitud de llamadas de clientes preguntando sobre este asunto.

Mi prudencia me hace advertir a mis clientes y a quien no lo son a que esto se resolverá muy probablemente al final ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, tal y como ya ocurrió cuando en el asunto de cláusulas suelo, el Supremo quiso limitar el derecho de los consumidores no permitiendo la retroactividad y al final Europa enmendó la plana al Supremo.

lo lamentable es la enorme inseguridad que esto produce, a parte de la lamentable imagen que da un Tribunal que debería ser quien la estableciera.

Y por último si yo fuera uno de los jueces que han dictado esta sentencia, por vergüenza torera pediría el traslado.

Agustín Zamarro Mogarra

Abogado